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Fue diputada en Holanda y ha escrito ensayos para reflexionar en torno a la tradición musulmana.
La vida de la escritora somalí Ayaan Hirsi Ali (49 años) ha sido intensa y subversiva. Sus vivencias son ejemplo de alguien que estuvo sometida al dogmatismo y la opresión de su país, pero que buscó la libertad para hacer de su propia vida una obra única. Para ilustrar esto, ella dice: ‘No quería llevar la misma vida que mi madre.
Sufrió mucho como mujer, ella estaba llena de ira y de rabia. Yo sabía que si tomaba ese avión rumbo a Canadá para casarme con el hombre que yo no escogí, no iba a tener vuelta atrás. Conocía la tradición y las consecuencias que eso tenía. Decidí, en cambio, seguir el camino del misterio. Me quedé en Holanda y comenzó una nueva vida. El avión se fue y ahora estoy sentada aquí, algo que nunca esperé’.
Los aplausos se escucharon. Hirsi Ali expuso una charla llamada ‘Infiel. Nómada. Hereje’ en Casa Piedra, Vitacura, invitada por la fundación ‘La otra mirada’ para reflexionar en torno a las libertades de los individuos. La somalí, cuando tenía 22 años, debía casarse en Canadá con el hombre que eligió su padre, por tradición musulmana, pero ella se opuso.
No tomó el avión que partía desde Holanda hacia Canadá. ‘Para sobrevivir en Holanda limpié baños donde fuera, me parecía un trabajo más digno y que me daba mayor autonomía que estando en Somalia siguiendo las tradiciones de mi país’, señaló. En Somalia cuando era apenas una niña fue sometida a la extirpación de lo órganos genitales. ‘No hay nada excepcional en eso, son millones de mujeres en África que sufren abusos de este tipo por tradición’, añadió.
Hirsi Ali contó que mientras estaba en Holanda utilizaba el burka, vestimenta musulmana que le tapaba todo el cuerpo, incluso la cara. ‘Pero cuando llegó el verano, vi a las mujeres mostrando la piel, en short, al igual que los hombres. Aprecié cómo los hombres podían comportarse de manera civilizada ante esta supuesta provocación de las mujeres que vestían con poca ropa.
Me enseñaron en el islam que debíamos taparnos entera para no provocar a los hombres’, comentó. Poco a poco, al observar cambios culturales de este tipo, Hirsi Ali se fue desprendiendo del islam. Ingresó a estudiar ciencias políticas en la Universidad de Leiden. ‘Para comprender las costumbres de occidente, el pacifismo en Holanda y el desapego por las religiones’, dijo.
Hubo un hecho histórico que la marcó y que derivó en su actual oposición al fanatismo islámico: el bombardeo a las Torres Gemelas. ‘Cuando ocurrió el atentado y Al Qaeda se adjudicó el ataque, tomé el Corán y comprobé que las mismas enseñanzas que tuve, las utilizaba Bin Laden como referencia para justificar su acto.
El islam no es más que eso, incitación al odio hacia el cristiano, hacia al judio y hacia el homosexual. Basta de eso’, agregó. En 2003 fue elegida diputada en Holanda por el Partido Popular por la Libertad y la Democracia. También se ha dedicado a escribir ensayos planteando este tipo de problemáticas como ‘Heretic’ y ‘The Challenge of Dawa: Political Islam as Ideology and Movement and How to Counter It’, entre otros trabajos.
En La Moneda
Este martes en la mañana, en el Salón Montt Varas de La Moneda, la Primera Dama Cecilia Morel recibió a la escritora somalí. ‘Tu presencia en Chile nos honra por ser un testimonio de valentía y tenacidad que debe inspirarnos a todos para seguir luchando por nuestros ideales’, le dijo la Primera Dama a la ex diputada de Holanda, mientras que Hirsi Ali agradeció a Nicolás Ibáñez, quien se encontraba entre el público, por invitarla a Chile a través de la fundación ‘La Otra Mirada’. ‘Como mujeres estamos llamadas a ser solidarias con aquellas que aún viven en lugares donde no existen las libertades básicas’, añadió Morel.